Les impensés du droit administratif. Hommage a Jacques Caillosse, de Christophe Pierucci (dir.), LGDJ, Paris, 2022, 212 págs.

por Flavio Quezada Rodríguez

Publicado: 31 octubre, 2022 en: Novedades editoriales.

Hace unos años Francisco Sosa Wagner alertaba, en el medio español, sobre “la importancia renovadora de algunos autores franceses”, entre los cuales destacó especialmente a Jacques Caillosse. La obra del profesor emérito de la Universidad Panthéon-Assas (Paris 2) constituye una revisión crítica del Derecho administrativo francés, así como de los supuestos epistemológicos desde los cuales se practica. Si bien su reflexión se plantea en y sobre el medio francés, sin dudas abre buenas preguntas que permiten cuestionar el quehacer disciplinar en otras latitudes.

Sus principales publicaciones son “Introduire au droit” (1993), “La constitution imaginaire de l’administration. Recherches sur la politique du droit administratif” (2008), “Les «mises en scène» juridiques de la décentralisation. Sur la question du territoire en droit public français” (2009), “L’État du droit administratif” (2015, con una segunda edición revisada y aumentada de 2017). Estas lecturas permiten formarse un panorama general de su pensamiento y, en especial, su vínculo con el movimiento crítico del Derecho.

Su especial originalidad, que se expresa en su perspectiva y temas, como también en su lenguaje y estilo, explica la organización de coloquios para reflexionar sobre su obra. Uno de aquellos origina el libro que se comenta y que se publica como un homenaje. En términos generales, el especial valor de esta publicación es servir de exposición, síntesis y revisión crítica del pensamiento de Caillosse. La obra se divide en dos partes, la primera con cinco capítulos, la segunda con cuatro seguidos de una “conclusión” y un postface.

El título resulta especialmente pertinente, puesto que “lo impensado” del Derecho administrativo es lo que cruza cada una de las aportaciones de esta obra y que, a su vez, permite articular el pensamiento de Caillosse en dos grandes temas -que coinciden con las dos partes del libro-: los “territorios” impensados del Derecho administrativo y lo “impensado” del territorio en el Derecho administrativo.

El primer capítulo es una contribución de Benoît Plessix titulada “Les fins et les moyens” (“Los fines y los medios”). Afirma que la relación entre ambos sería uno de los “ángulos muertos” del Derecho administrativo francés. Esta relación se encontraría tanto en la dialéctica entre el servicio público y la puissance publique, debate clásico y constitutivo de las representaciones centrales de la disciplina, como en la recepción del principio de proporcionalidad, cuestión relativamente más reciente.

El segundo capítulo es de autoría de Pascal Gonod y se titula “Le Conseil d’État hors le Conseil d’État” (“El Consejo de Estado fuera del Consejo de Estado”). El tema desarrollado es la influencia de esta institución en los asuntos públicos y, más en general, en el gobierno de la sociedad, tanto a través de su función contenciosa como consultiva. En efecto, su lugar no es solo un rol protagónico en la estatalidad francesa, sino que también en el sector privado. La contribución plantea que sus recientes cambios no alterarían dicha centralidad social.

El tercer capítulo se titula “La sur-détermination économique du droit administratif selon Jacques Caillosse”, de Jacques Chevallier (“La sobre-determinación económica del Derecho administrativo según Jacques Caillosse”). A mi juicio, este es uno de los capítulos de mayor interés del libro, puesto que aborda -con la característica claridad de quien lo realiza- una de las tesis más polémicas del autor, pero que no resulta fácil de comprender en su obra. En breve, se expone la idea cailloseana de que el neoliberalismo habría transformado el Derecho administrativo de una forma tan radical como imperceptible para la forma de pensar dominante. Es, en este punto, en el cual se evidencia de forma más nítida la influencia de Michel Foucault en Caillosse, como la idea de corte althusseriana de la “sobre-determinación”.

El cuarto capítulo es un aporte del historiador del Derecho administrativo Grégoire Bigot, titulado “Quel «droit administratif» Jacques Caillosse fait-il entendre ?” (“De qué Derecho administrativo habla Jacques Caillosse”). El autor explica en qué sentido puede entenderse su obra como una “doctrina crítica” y su labor como historiográfica. En síntesis, lo primero por la negación del carácter políticamente neutro del trabajo doctrinal o dogmático de los administrativistas, lo segundo por evidenciar y describir el paso de un Estado de tipo jurídico a uno managérial.

El quinto capítulo se titula “L’État como impensé du droit administratif. Quelques notations sur le «grand écart» accompli par Jacques Caillosse entre Legendre y Bourdieu”, de Olivier Beaud (“El Estado impensado del Derecho administrativo. Algunas notas sobre la «gran división» realizada por Jacques Caillosse entre Legendre y Bourdieu”). Este aporte resulta especialmente valioso, ya que se trata de una dura crítica a sus pilares teóricos. En efecto, así como Foucault es una de sus influencias más importantes, lo son también el historiador del Derecho y psicoanalista Pierre Legendre y el sociólogo Pierre Bourdieu. A juicio de Beaud, ambos autores serían inconciliables teóricamente y, respecto al último, su explicación del fenómeno jurídico resultaría insatisfactoria. De este modo, la perspectiva crítica de Caillosse fallaría en los supuestos desde los cuales se construye.

Con el capítulo sexto comienza la segunda parte, y se titula “Les «ratés» de l’aménagement des territoires”, de Agathe Van Lang (“Los «fracasos» de la ordenación territorial”). En esta contribución se plantea que existiría un creciente movimiento de oposición a los grandes proyectos de infraestructura, el cual se estaría radicalizando y adquiriendo nuevas expresiones. Un ejemplo sería el caso del aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes. Esta situación generaría una puesta en escena fallida de la puissance publique y la entrada en escena de nuevos actores “sin texto” (jurídico). Se trataría de un “teatro en las sombras”. Estas referencias no son casuales, puesto que la dimensión teatral (el “como si”) del Derecho administrativo es una de las más interesantes ideas de la obra de Caillosse.

El séptimo capítulo es de autoría de Olivia Bui-Xuan y se titula “Intercommunalités et fractures territoriales” (“Intercomunalidades y fracturas territoriales”). Se afirma que la comunidad local -en tanto agrupación humana - no coincide necesariamente con su expresión jurídica, a pesar de que, a la vez, es constituida jurídicamente. Este enfoque sobre lo local, junto al tema caillosseano de la “intercomunalidad” -i. e. la mutación del modelo comunal francés-, permite abordar las fracturas territoriales, es decir, las grandes diferencias existentes entre los centros urbanos y las periferias, entre zonas urbanas y rurales, como entre pequeñas y grandes comunas. Así, el enfoque de Caillosse, como uno de sus temas, hace pensable un problema ausente en la reflexión jurídica del medio galo y que ha estado en el centro del debate público a raíz de las grandes movilizaciones sociales de los últimos años.

El octavo capítulo se titula “Paris, un impensé du droit administratif des territoires ?”, de Jeanne Chauvel y Olivier Renaudie (“París, un impensado del Derecho administrativo de los territorios”). Se afirma que París no sería solo una entidad político-jurídica, sino también un “tótem” a dos caras: el pequeño París (su núcleo histórico) y el Gran París (su gran extensión actual); asunto no pensado (o muy poco abordado) por el Derecho administrativo. Considerar a la capital como un tótem no es casual, puesto que evoca la importante influencia de una de las principales tesis psicoanalítica-jurídica de Pierre Legendre en la obra de Caillosse: el rol totémico del Estado, en este caso, representado por la capital gala.

El último capítulo lleva por título “L’imaginaire des territoire, les territoires de l’imaginaire”, de Laurence Lemouzy (“El imaginario de los territorios, los territorios del imaginario”). Este aporte explora otra de las sendas que abre la obra del administrativista galo, en tanto “hermenéutica” -según la pertinente expresión que Bigot ocupa en este mismo libro-: su apertura a la literatura. Desde una dialéctica entre acción e imaginación, entre acto e imagen, se abordan las nociones de imaginario y territorio, y sus vínculos con la acción pública, lo cual permitiría detectar una “constitución imaginaria de los territorios” a través de la descentralización.

El cierre está a cargo del propio homenajeado y, siendo fiel a su estilo, la conclusión se trata de un intento de no concluir. El título es “Ce que «faire du droit administratif» nous apprend sur le droit (Notes pour ne pas conclure)” (“Aquello que la práctica del Derecho administrativo nos enseña sobre el Derecho (Notas para no concluir)”). El quid de su reflexión plantea que la práctica dominante de la disciplina -en Francia-, que denomina positivisme technicien, genera uno de sus límites propios: el abandono de la reflexión general del Derecho al construir su identidad teórica en el hecho mismo de abandonarla voluntariamente.

El postface está a cargo de Karl-Henri Voizard, investigador formado bajo la dirección de Jacques Caillosse en su etapa doctoral. Se trata de un testimonio personal sobre el jurista homenajeado en forma de un sueño ficticio. La bella redacción no oscurece el análisis teórico, ni hace retroceder en rigor; con lo cual queda en evidencia un aspecto importante de la “doctrina crítica” que propone Caillosse: no solo se trata de una crítica crítica a la visión dominante del Derecho administrativo, sino que también a sus formas, estilos, a su estética, en definitiva. En efecto, tal como plantea Pierre Legendre, es en la estética dónde es posible rastrear lo característico de la juridicidad occidental.

En suma, tal como se señaló al inicio, el viento renovador de la obra de Jacques Caillosse justifica detenerse especialmente en ella. Sin embargo, su expansiva heterodoxia disciplinar vuelve difícil apreciarla directamente, por lo cual libros como este resultan útiles para aproximarse a las perspectivas nuevas que plantea y que abren caminos de investigación -hasta ahora- inexplorados, es decir, impensados.

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